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EDITORIAL
La Resolución del Casa
de la Laguna Dormida

El mes pasado quedó, por fin, resuelto el famoso caso de La Laguna Dormida, que tan intensamente sacudió la conciencia de los norteamericanos del Estado de California, por el carácter discriminatorio que tomaron las investigaciones practicadas por las autoridades judiciales de Los Angeles.

No es necesario recordar la serie de injusticias que se cometieron con los veintidós jóvenes de origen mexicano—de los cuales doce fueron acusados del asesinato de José Díaz (quien fué encontrado muerto en La Laguna Dormida)— pues sobre ello se ha escrito ampliamente. Tampoco queremos hacer hincapié en la parcialidad observada por el Juez, Charles W. Fricke, la que estuvo a punto de motivar la sentencia definitiva de los doce jóvenes inocentes; pues todo esto, afortunadamente, es una cuestión del pasado.

Hoy queremos subrayar la resolución positiva y justiciera que tomó la Suprema Corte de Los Angeles, el día 23 de octubre, dando por terminado el caso de La Laguna Dormida con la liberación de los jóvenes arbitrariamente acusados de homicidio.

Este triunfo se debe, primordialmente, a la denodada lucha emprendida por el Comité de Defensa del Caso de la Laguna Dormida, el que no sólo ayudó a los jóvenes méxico-americanos en su defensa legal, sino que logró movilizar a la opinión pública de los Estados Unidos por medio del esclarecimiento del obscuro móvil discriminatorio con que se trató este asunto, desde un principio, para condenar a una docena de inocentes cuya única culpa era su origen racial.

Los dos años que duró el juicio, en los que la mayoría de los inculpados sufrieron las penalidades de la cárcel, no pasaron en vano, pues los efectos generales del juicio de La Laguna Dormida han sido sumamente positivos, demostrando que la opinión norteamericana, en lo general, repudia vigorosamente los prejuicios raciales y que, cuando se denuncia una injusticia y se lucha por corregirla, las fuerzas más sanas del vecino país se levantan unidas para protestar y sentar un precedente saludable haciendo manifiesto su amor por la justicia, que es piedra angular del sentimiento de aquel pueblo.

La magnífica y encomiable lucha del Comité de Defensa del Caso de La Laguna Dormida no cesó, en su trabajo reivindicador, con la liberación de los veintidós jóvenes acusados, sino que sigue trabajando para reintegrarlos a la sociedad con todos sus derechos, limpiando su expediente de toda mancha que los pueda perjudicar socialmente. El Comité mencionado ha logrado emplear a varios de los jóvenes liberados y hace gestiones para obtener ocupación honesta para los demás.

Para México es una gran satisfacción haber podido comprobar, alrededor de ese sonado juicio, que tenemos muchos y muy buenos amigos en los Estados Unidos, dispuestos a realizar una tarea importante contra la penetración de prejuicios racistas que sólo sirven para minar la buena voluntad que debe existir entre nuestros dos pueblos.

El Comité Mexicano Contra el Racismo aprovecha esta oportunidad para felicitar calurosamente al Comité de Defensa del Caso de La Laguna Dormida y dar a conocer las palabras del eminente abogado, señor Carey McWilliams, Presidente de este organismo, quien comentando la liberación de los veintidós jóvenes méxico-americanos, dijo:

Esta victoria representa más que la simple rectificación de una injusticia. Señala el camino para obtener una mejor comprensión entre la mayoría y la minoría de una comunidad -una comprensión basada en los principios de la justicia y la equidad.

Los que pueden apuntarse esta victoria son los millares de individuos anónimos que hicieron posible este acto de justicia, pues el triunfo no se obtuvo con buenas intenciones, sino por medio de una acción organizada.